Científicos británicos descubrieron que las superbacterias de los hospitales tienen la capacidad de flotar hasta por más de tres metros en corrientes aéreas.
Los investigadores de la Universidad de Leeds, Inglaterra, afirman que es necesario investigar más cómo ocurre la transmisión aérea de estos microbios.
El hallazgo, afirman los científicos, podría explicar porqué, a pesar de los estrictos regímenes de limpieza y controles de higiene, algunos hospitales continúan luchando para evitar que estas bacterias se transmitan de un paciente a otro.
Los científicos llevaron a cabo pruebas de laboratorio con una bacteria asociada al EDRM (estafilococo dorado resistente a la meticilina).
Encontraron que ésta puede volar hasta 3.5 metros.
Y afirman que el hallazgo podría tener implicaciones para el diseño y organización de los hospitales.
Se sabe ya que las superbacterias, como el EDRM y la C-dificile, pueden propagarse por el contacto.
Los pacientes o visitantes de hospitales, e incluso el personal, pueden de forma inadvertida tocar superficies contaminadas con bacteria y transmitir la infección a otros, lo que resulta en una lucha constante para mantener las manos y las superficies limpias en estos establecimientos.
La nueva investigación, sin embargo, muestra que toser, estornudar o simplemente sacudir las sábanas, puede enviar a los microbios a viajar por el aire, lo que les permite contaminar superficies que acaban de ser desinfectadas.
El hallazgo, dicen los investigadores, muestra que es urgente llevar a cabo más estudios para establecer el impacto que puede tener esta propagación en la lucha contra estas infecciones.
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