Un nuevo estudio confirma los efectos beneficiosos de
los polifenoles, compuestos presentes en el vino tinto.
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona han publicado en el último número de la revista Circulation Research un artículo en el que confirman los efectos beneficiosos de los polifenoles, una substancia presente en el vino tinto.
Los polifenoles son un grupo de substancias químicas presentes en diversas plantas, entre ellas la uva que se emplea en la elaboración del vino tinto.
Los grupos que tomaban vino
con alcohol o ginebra experimentaron un descenso de la presión arterial menor
que el primer grupo. Por lo tanto, los resultados del estudio confirmarían que
los polifenoles son los responsables de la reducción de la hipertensión, pero
que el alcohol del vino reduciría la capacidad de los primeros de disminuir la
hipertensión. Por tanto, para aprovechar al máximo los efectos beneficiosos de
los polifenoles debe tomarse vino sin alcohol.
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona han publicado en el último número de la revista Circulation Research un artículo en el que confirman los efectos beneficiosos de los polifenoles, una substancia presente en el vino tinto.
Los polifenoles son un grupo de substancias químicas presentes en diversas plantas, entre ellas la uva que se emplea en la elaboración del vino tinto.
En este
experimento, un grupo de hombres con un alto riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares observaron como su presión arterial se reducía después de beber
vino tinto sin alcohol durante un período de cuatro semanas.
Participaron en el
estudio un total de 67 hombres diabéticos o que tuvieran tres o más factores de
riesgo de enfermedad cardiovascular. Los participantes tomaron la misma dieta
durante todo el estudio con la excepción de que un grupo tomó 30 gramos de vino
tinto sin alcohol por día un segundo grupo tomó diariamente una cantidad
equivalente de vino tinto, mientras que un tercero tomó 30 gramos de ginebra al
día. El experimento se prolongó cuatro semanas.
Mientras duró el
experimento, el grupo que tomó vino sin alcohol tuvo una reducción de la
presión arterial, tanto la sistólica (la que hace referencia al funcionamiento
del corazón y de las arterias principales) como de la diastólica (la presión
máxima) como de la sistólica (presión mínima). La reducción de la hipertensión
se traduciría en una reducción del riesgo de enfermedad cardíaca en un 14%, y
en una reducción de un 20% del riesgo de sufrir un ictus (derrame cerebral).
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