Investigadores de
la Escuela de Salud Pública de Harvard
(HSPH, Boston, MA, EUA) realizaron un estudio de cohorte prospectivo que
incluyó a 62.073 mujeres del Estudio de Salud de las Enfermeras (NHS) y 27.428
hombres del Estudio de Seguimiento de los Profesionales de la Salud (HPFS), y
encontró que las tasas de incidencia de enfermedad coronaria en las mujeres
fueron 125, 128, 142, y 161 para los grupo O, A, B y AB, respectivamente (por
100.000 personas-año), y para hombres 373, 382, 387, y 524 para el tipo O, A, B
y AB, respectivamente.
Cuando se compara
con los individuos con sangre tipo O, las personas con grupo sanguíneo A, B, o
AB tenían un aumento del riesgo respectivo de desarrollar enfermedad coronaria
de 5%, 11%, 23% en un modelo ajustado por edad. Estas asociaciones no se
alteraron significativamente por el ajuste multivariado de otros factores de
riesgo o factores dietéticos. Del mismo modo, un análisis combinado de NHS y
HPFS con otros cuatro estudios prospectivos que incluyeron 114.648 individuos,
encontró que había un riesgo aumentado un 6% para la enfermedad coronaria en
aquellos con tipo de sangre no-O, en comparación con los individuos con sangre
O. El estudio fue publicado en la edición de septiembre de 2012, de la revista
Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.
Los investigadores
sugieren que una posible explicación de los mecanismos subyacentes responsables
por el aumento en el riesgo, es que en los individuos no-O, los niveles
plasmáticos del factor VIII-factor de von Willebrand (vWF) - un factor de
riesgo conocido para la enfermedad coronaria - son aproximadamente 25% más
altos que en los individuos con grupo sanguíneo tipo O. Además, se ha
demostrado que el grupo sanguíneo A, tiene mayores niveles de colesterol total
y de baja densidad (LDL).
“El vWF
tiene un papel importante en la hemostasia y la trombosis mediando la adhesión
de las plaquetas a la pared vascular, especialmente en condiciones de alto
estrés”, concluyeron el autor principal, Meian He, MD, PhD, y sus colegas.
“Junto con el fibrinógeno, el vWF también participa en la agregación
plaquetaria y juega un papel en el desarrollo de la aterosclerosis”.
El sistema ABO es
el sistema de grupos sanguíneos más importantes para la transfusión de sangre.
En los primeros años de vida, se producen anticuerpos inmunoglobulina M (IgM)
anti-ABO, por sensibilización a sustancias ambientales como alimentos, bacterias,
y virus. El grupo sanguíneo B tiene su mayor frecuencia en el norte de India y
la vecina Asia Central, y su incidencia disminuye tanto hacia el oeste como el
este, cayendo a un porcentaje de un solo dígito en España. Se cree que estaba
totalmente ausente de las poblaciones de indígenas americanos y aborígenes
australianos antes de la llegada de los europeos a esas áreas.
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